La respiración
02/03/2021
La respiración está intrínsicamente vinculada a la vida. Su función marca nuestro
despertar a la vida en el momento de nuestro nacimiento pero también está
presente en el ocaso de nuestra vida pues cuando morimos dejamos de respirar.
La respiración se produce en los pulmones. El aire entra desde el exterior del
cuerpo hacia los pulmones y sale de ellos de 12 a 17 veces por minuto.
La inspiración es el acto de hacer que el aire llegue a los pulmones. Es un
movimiento activo. Cuando inspiramos el volumen torácico aumenta, se expande la
caja torácica: el abdomen, las costillas, etc. Se puede tomar más aire o menos aire,
y se puede inspirar con diferentes velocidades, sonidos, se puede inspirar con la
intención de llevar el aire a diferentes partes de cuerpo aunque el aire solo va a los
pulmones. La inspiración implica la contracción del diafragma que baja, cuando
espiramos el diafragma se relaja y sube.
¿Qué es el diafragma? El diafragma es el gran músculo de la respiración, su función es
fundamental, sin embargo, es un músculo fino que tiene forma de paracaídas, es como un
manto que recubre las vísceras y que divide la caja torácica de la cavidad abdominal. Por ser
un músculo que separa “lo de arriba” (pulmones y sus pleuras, corazón y pericardio) de “lo de
abajo” (las vísceras abdominales en su conjunto), tiene relación con órganos como pulmones,
corazón, hígado, estómago, intestino grueso (ángulos cólicos), riñón, bazo, páncreas; y
además tiene 3 hiatos para el paso de 3 estructuras fundamentales: hiato esofágico
(localizado en D10) para el paso del esófago que se convierte en estómago, hiato aórtico
(D12) para el paso de la gran arteria Aorta que pasa a ser la aorta abdominal e irriga el
sistema digestivo, hiato para la Vena cava inferior (D9), sin olvidar los nervios frénicos y al
gran Nervio Vago (X). Funciona como un pistón, y se contrae …… por día eso significa que a
través de su movimiento el diafragma influirá directamente sobre las vísceras y actuará
sobre ellas. El diafragma es de gran importancia para la mecánica respiratoria pero además
es fundamental para muchas funciones digestivas y circulatorias. Se inserta en el esternón,
en los cartílagos costales de las costillas inferiores, y en las vertebras lumbares desde L1 a
L2-3. Es decir que su movimiento llega hasta las lumbares, esto es muy interesante sin
embargo lo abordaremos en otro artículo.
El aire puede ser llevado con nuestra intención a diferentes partes del cuerpo:
puedo inspirar llevando el aire a un pulmón u a otro, a los 2; puedo llevar el aire a
la región abdominal y éste se abomba, o puedo llevar el aire a las costillas en forma
de acordeón, o puedo llevar el aire hacia arriba como hacia el cuello, o puedo llevar
el aire hacia la parte posterior de la columna. Cada una de estas respiraciones tiene
un objetivo y una finalidad, todas son válidas y todas enriquecen nuestra capacidad
pulmonar y respiratoria, cada una de ellas tendrá un para qué que nos brindará
una mayor conciencia, y que ayudará a “abrir “ y a estimular zonas concretas de
nuestro cuerpo. No existen a mi juicio respiraciones que sean “buenas o malas”
cuánta más variedad de respiraciones conozcamos mejor será la experiencia
ventilatoria. Todas son herramientas útiles que si son bien ejecutadas
enriquecerán nuestra experiencia, abrirán nuevas rutas neuronales, ayudarán a
que haya más movimiento visceral lo que beneficiará nuestra digestión o el
retorno venoso por ejemplo, ayudarán a estimular la energía vital, estos cambios
pueden incluso a propiciar cambios en nuestra forma de pensar.
En cuanto a los volúmenes de aire, pues hay muchos dependiendo de la actividad
que se esté realizando ya que cada actividad requiere una cantidad distinta de
oxígeno, no es lo mismo la cantidad de oxígeno que voy a necesitar si corro que el
oxígeno que necesitaré cuando estoy durmiendo. La velocidad de la respiración
puede variar, en un tiempo normal de 12 a 15 veces por minuto, pero también
voluntariamente puede modificarse aumentando o disminuyendo la frecuencia de
la respiración tanto en la inspiración o en la espiración por ejemplo puedo inspirar
muy rápido pero en cambio espirar muy lentamente.
En un segundo artículo continuaremos abordando la mecánica y el acto en sí de la
respiración. En esta primera parte te invito a que te hagas algunas preguntas sobre
cómo es tu forma de respirar, que te tomes unos minutos cada día para tomar
conciencia de tus cambios respiratorios en cuánto a frecuencia, volumen y tiempo.
Probablemente sentirás que esos cambios tienen que ver con la actividad que estés
realizando, o con la experiencia emocional que estés viviendo pues tu respiración
no será la misma si estás viendo las alarmantes noticias de la TV ordinaria que si
estás escuchando una música inspiradora que te guste, ni la respiración será igual
ni su velocidad, ni su volumen y tus emociones serán muy distintas, tu frecuencia
cardíaca, tu tensión arterial, tu circulación y por ende todas las células de tu cuerpo
se están enterando si estás en estado de relajación o disfrute por ejemplo o si estás
en un estado de preocupación y tensión. Tomar conciencia de cómo está siendo tu
respiración a lo largo del día te trae al cuerpo, al presente, a lo que estoy viviendo
ahora y a cómo lo estoy viviendo. Es un regalo que puedes hacerte diariamente, sin
juicio, sin etiquetas, tan sólo regalándote el disfrute de conocerte, de vivir-te.