El pulmón y la respiración
30/03/2020
Florencia De Gaetano Álvarez
Como todos sabemos respirar es el primer acto de la vida. La vida por tanto
no está separada de la respiración. En la respiración el Pulmon es el órgano
principal. En medicina china el pulmón es llamado el “Primer Ministro”
debido a la importancia vital que tiene este órgano para la salud general.
Después del corazón que es el “Emperador”, el pulmón es el siguiente órgano
en relevancia. Para la MTC, el pulmón es un órgano Ying externo por eso es
más propenso a sufrir en los cambios climáticos provocando refriados o
afecciones en las vías respiratorias y de fonación si la energía es débil. Su
órgano Yang interno es el Intestino Grueso. Ambos órganos se encargan de
comunicarnos con el exterior delimitando nuestro yo del resto. Se relaciona
con el Otoño, su elemento natural es el metal y la emoción asociada a este
órgano es la tristeza. Llorar lo libera y ayuda a que su movimiento fluya.
El pulmón es quien controla y distribuye en Qi (energía) por todo el cuerpo,
ya que la energía se forma por las sustancias esenciales de los alimentos y
por el aire inspirado de los pulmones. Esta energía se concentra en tórax y
sube a la garganta para dirigir la función respiratoria, y se reparte gracias a
los vasos sanguíneos por todo el organismo. El pulmón controla la
distribución y tiene su manifestación externa en la epidermis. Al mismo
tiempo que administra la respiración y energía, transporta las sustancias
nutritivas elaboradas por el Bazo y las distribuyen por todo el cuerpo, la piel
y el vello. Los pulmones distribuyen la energía defensiva al exterior a través
de la piel, regulan la apertura y cierre de los poros y transforman parte del
líquido residual en sudor para evacuarlo al exterior del cuerpo.
Su función en el proceso de respiración es vital. El Qi inspirado, pasa a
nuestro torrente sanguíneo, se une con la sustancia nutritiva proveniente de
la digestión (bazo y estómago), crea una energía que se denomina Zhon Qi,
una energía que alimenta a todo el cuerpo y a cada una de las células, parte
de la cual, , se transforma en Wei Qi, el Qi inmunitario.
De su buen funcionamiento entre otras funciones, dependerá nuestra
capacidad respiratoria, al mismo tiempo que nuestra forma de respiración
influirá en la funcionalidad de los órganos internos. La respiración
consciente y profunda puede ser una vía para armonizar sus funciones y
aumentar la capacidad respiratoria e inmunológica. Además es una
herramienta para pararnos a sentir-nos, a escuchar-nos. Esta consciencia
beneficiará a todo el organismo incluyendo por supuesto a nuestras
emociones, ya que a través de la respiración tomamos consciencia y
presencia.