Conectar con tu cuerpo es conectar con tu alma
25/03/2020
Hoy no voy hablar de Pilates ni de Gyrotonic que es la base de mi trabajo diario.
Quiero hablar de cómo a través del movimiento consciente puedes llegar a un
descubrimiento y una iluminación interior. Esto no es nuevo para nadie, pero creo
oportuno hablar de ello más en los tiempos que corren donde todo lo que hacemos
incluso la actividad física está enfocada al exterior.
El cuerpo es nuestro templo. Es el lugar que nuestro espíritu ha decido ocupar para
experimentar la vida. Para hacer todas las funciones básicas de la vida, y para
trascender.
Desde que te levantas y eres consciente de quien eres y de que estás vivo, tu
cuerpo está ahí trabajando sin descanso, sintetizando miles de funciones que
hacemos sin ser consciente de ello como la digestión, la respiración, o el sólo hecho
de aguantar la cabeza erguida; innumerables acciones que nuestro inteligentísimo
cuerpo ejecuta (por medio de complejos mecanismos) en milésimas de segundos y
sin que tú lo mandes, es decir ajenos a tu voluntad. Luego estás tú y tus
circunstancias, tus idas y venidas, tu pan de cada día, tus pensamientos, tus
emociones, sentimientos, juicios… Y el cuerpo lo recibe todo, lo siente todo, lo
asimila todo. El cuerpo es verbo. Y sin embargo cuán lejos estamos de sentirnos, de
vernos, de reconocernos. Se me ocurren muchas respuestas para justificar esta
falta de conexión con nuestro cuerpo. Pero no voy a mencionar ninguna, pues
todas ellas son excusas.
Aunque existieran muchas vidas, o fuéramos eternos, o aunque después de la
muerte no existiera nada más, la verdad es que sólo tienes ésta oportunidad, ésta
vida para expresarte, para sentirte, para descubrirte. Pues aquí no estarás más con
esta misma forma. Qué gran oportunidad que tienes para deshacerte de todo
aquello que no eres (creencias, juicios) y empezar a conocerte. Empieza por tu
cuerpo, porque en él se puede leer tanto de ti… empieza por escucharte, por
respetarte cuando tu cuerpo dice no, empieza por dejar que tu cuerpo se
manifieste, pues su sabiduría viene de la tierra, de la estrellas y de la magia.